Muerte obrera en Clarín
Por una comisión obrera de seguridad elegida en asamblea
El 31 de julio a las 11 de la mañana, en un portón de ingreso de la planta de Artes Graficas Rioplatense (AGR), uno de los mayores talleres gráficos de América Latina, propiedad del grupo Clarín, se produjo un accidente fatal por responsabilidad de la empresa: falleció la compañera Joana Riboli.
Joana, de 29 años, trabajaba tercerizada como nutricionista para el comedor de la planta. Su muerte fue en horario de trabajo por negligencia patronal y violación del convenio y la ley. El accidente se produjo cuando iba a entrar en la planta por un portón habilitado para el ingreso de camiones y peatones, el cual la aplastó al cerrarse. El servicio de ambulancias, por el que los trabajadores hemos realizado reiterados reclamos en la fábrica, tardó 35 minutos, mientras la compañera agonizaba en el suelo.
Se trata de un portón que luego de la huelga de 2004 fue duplicado en su altura y, por lo tanto, en su peso y fuerza. Sin embargo, a pesar de circular diariamente por allí personal interno y externo a la empresa, no tenía censor alguno que lo detuviera en caso de estar una persona en el medio y ni siquiera una chicharra que anunciara su cierre...
La actitud patronal fue aberrante del principio al fin. Sin que llegara la ambulancia - ni la policía- la patronal corrió su cuerpo agonizante para que siguieran pasando los camiones.
Intentaron ocultar durante el turno mañana el terrible final de la compañera, lo cual ya no pudieron hacer con el de la tarde, que inició un paro de 24 horas reclamando una ambulancia permanente en la planta, médico la 24 horas -incluyendo los fines de semana-, que se realice una urgente puesta a punto de las condiciones de seguridad en la fábrica y organizando en los hechos el luto por la compañera fallecida, tal como lo defendieron las asambleas frente a una patronal que primero se negó a otorgarlo y luego a respetarlo.
La burocracia del sindicato batalló para transformar el paro en puro "luto". Durante su transcurso, la patronal intentó que se volviera al trabajo con frases como "el mejor homenaje que le pueden hacer es trabajando" (gerente de producción) o "la vida continúa" (Haurez, gerente de planta). La huelga se mantuvo firme hasta las 14 horas del viernes, horario en el que se completaron las 24 horas, y el homenaje y el reclamo de los tres turnos por la compañera y por todos.
Desde hace años, con la más completa parálisis de la directiva sindical y la complicidad abierta del Ministerio de Trabajo, la patronal de Clarín viola múltiples puntos del convenio en la fábrica y se caracteriza por una violenta actitud antisindical. Así se han acumulado reclamos sin respuesta y han empeorado en forma global las condiciones laborales de la empresa (salario, libertad gremial y por supuesto... las condiciones de seguridad e higiene).
La inseguridad laboral, en definitiva, es el resultado de la intensificación de la explotación en la fábrica.
Ya contábamos en la planta con nefastos antecedentes: luego de años de reclamar médico las 24 horas sólo se dignaron a poner un enfermero (con horario limitado) luego de que se produjera la electrocución de un compañero; en reiterados y graves accidentes el servicio de ambulancias ha llegado a tardar hasta una hora, los ventiladores solo fueron recubiertos luego de que un trabajador sufriera un accidente en la mano, así como seguramente ahora... pondrán censor y una chicharra en el portón.
Reclamamos una investigación a fondo de las responsabilidades, que paguen quienes tienen que pagar, comenzando por el (i)responsable de seguridad e higiene de la fábrica y el gerente general, y que no pretendan conformar a la justicia haciéndole pagar al último eslabón de la cadena.
Elección de una Comisión Obrera de Seguridad en la planta por asamblea general, que eleve el pliego de seguridad de los trabajadores y lo haga cumplir.
Pablo Viñas (Congresal Lista Naranja, AGR-Clarín)
Nota extraída de Prensa Obrera (número 1051)